Lima, 30 de octubre de 2010. Pasadas las diez de la noche, en la línea 505 de aquello que llaman transporte público. Es una combi, de aquellas llamadas "asesinas", porque mataban gente con sus accidentes- y que ahora, con el techo levantado, han puesto pasamanos y los pasajeros pueden "viajar" de pie. Ese puño en alto no va a ninguna manifestación popular. Es de una persona tratando de mantener el equilibrio en medio de la música a todo volumen y los gritos desaforados de un cobrador que pide que paguen con sencillo y que todo el mundo se "apegue". La cara del pobre tipo que alcanzó a salir en la foto nos habla de las penurias de todos aquellos que debemos transportarnos a bordo de estas unidades que deberían desaparecer convertidas en chatarra.
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