Lima 22 de enero de 2011. Cuando era casi un adolescente, recuerdo que leí en la universidad una separata de Saussure. Creo que el curso se llamaba Lengua o algo así y el profesor era Luis Jaime Cisneros. Lo que recuerdo de ese curso era descubrir que el lenguaje es arbitrario, que el significante y el signficado lo son y que la lengua ¿o el lenguaje? es hecho y rehecho por sus usuarios, de allí la arbitrariedad. Y uno de los personajes de nuestra sociedad que más construye y reconstruye el lenguaje es el cobrador de combi. "Apéguese" "Asencílleme", "Paguen los que han subido" (es decir todos si no, no estaríamos en la combi), "Derechea", "Nadies" o su plural "nadieses". Cuando escribo estas palabras, la computadora me las subraya como equivocadas. ¿Equivocadas para quien? En la combi todos nos entendemos pese a escuchar estas arbitrariedades. Gracias Luis jaime Cisneros.
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